ANTÁRTIDA - EXPLORACIÓN - EXPEDICIONES: Ernest H. Shackleton 1914 - 1ª parte

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Antártida

EXPLORACIÓN - EXPEDICIONES

Ernest Henry Shackleton 1914 - 1ª parte


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espués de la conquista del Polo Sur Geográfico por Amundsen en 1911, quien se anticipó por un estrecho margen de días al británico Robert Falcon Scott, y del previo intento de Shackleton en 1908 por alcanzarlo, quedaba una meta por lograr: el cruce del Continente Antártico de mar a mar. Para Shackleton, aparte del gran valor histórico que esto supondría, sería un acontecimiento de gran importancia científica. La distancia a recorrer era de 1.800 millas, y la mitad de ésta, entre el Mar de Weddell y el Polo, estaba inexplorado.

Shackleton tenía la intención de realizar observaciones magnéticas de forma continuada, así como de las formaciones geológicas y glaciológicas de Tierra Victoria. Mientras tanto, otras expediciones científicas operarían desde la base que se instalaría en el Mar de Weddell. Una, viajaría hacia Tierra de Graham a realizar observaciones y coleccionar muestras geológicas, mientras otra lo haría hacia el Este, hacia Tierra Enderby, con idéntica misión. Un tercer grupo de hombres quedaría en la base, estudiando la fauna terrestre y marina, y realizando observaciones meteorológicas. Mientras la expedición tras-continental avanzase, otra partiría hacia el Sur desde el Mar de Ross, en el Estrecho de McMurdo (al otro lado del continente) a esperar su llegada en la cima del glaciar Beardmore.


Shackleton
[Biografía]

A mediados de 1913 se preparaban las expediciones, pero no se realizó ningún anuncio público hasta el 13 de enero de 1914. Después de su publicación Shackleton fue desbordado con propuestas de muchas personas ávidas de unirse a la aventura. Casi 5.000 se recibieron, de los que sólo 56 se aceptaron. En marzo, la ayuda financiera que se le había prometido no cuajó, así que Shackleton se puso inmediatamente a la obra de reunir los fondos necesarios entre diferentes instituciones y contribuyentes privados. La mayor aportación se recibió del Sr. James Caird, le siguió el propio Gobierno Británico y la Real Sociedad  Geográfica.

Se necesitaban dos barcos para llevar a cabo el proyecto; uno que transportase al Mar de Weddell a la expedición trans-continental, y otro que les esperase en el Mar de Ross para el regreso. Para la expedición trans-continental se construyó el Endurance, de 350 toneladas, bien aparejado y con calderas de triple expansión, que le proporcionaban velocidades superiores a 9 nudos. Para el regreso se compró el famoso Aurora que Douglas Manson llevara a la Antártida en 1911.

La expedición del Endurance estaba lista hacia finales de julio de 1914, cuando de repente la posibilidad de la guerra aparecía como un nubarrón sobre Europa. El 4 de agosto de 1914, Shackleton leyó en la prensa la movilización general. Inmediatamente envió un telegrama al Almirantazgo en el que ponía las naves, reservas y servicios a disposición del país, ante la eventualidad de que la guerra estallase. Pocas horas después se recibían sendos telegramas del Almirantazgo y Winston Churchill, en el que agradecía su disposición, pero deseaban que la expedición continuara. El martes, Shackleton recibía en Plymouth la Unión Jack que el Rey le entregó para que la llevara a bordo consigo. Esa noche la guerra estalló.

El 8 de agosto de 1914 el Endurance zarpaba de Plymouth. El viaje hasta Buenos Aires fue tranquilo, y el 26 de octubre dejaban ese puerto rumbo a las Georgias del Sur. Cuando salieron las opiniones sobre la guerra eran que no duraría más de seis meses, así que partieron sin pesares. Habían decidido dejar las Georgias del Sur el 5 de diciembre, y entretanto depuraban los proyectos sobre las instalaciones de invierno. Se preguntaban que les depararía el Mar de Weddell.

Los capitanes de los balleneros afincados en la zona de las Georgias fueron generosos con ellos, compartiendo la información sobre las aguas en que realizaban sus capturas, y confirmando los datos precedentes sobre la severidad extrema de las condiciones de hielo en ese sector del antártico. Tras escuchar los consejos y sugerencias de los capitanes, Shackleton decidió dirigirse hacia las islas Sándwich del Sur, con objeto de atacar mejor la entrada en las zonas de riesgo. Calcularon que el mejor momento para entrar en el Mar de Weddell sería a finales de febrero o principios de marzo. Las predicciones que realizaron les indujeron a cargar cantidades extra de carbón que alojaron sobre la cubierta, por si fuera obligado capear temporales. A Shackleton le preocupaba como pasar un invierno con el Endurance en el Mar de Weddell, la imposibilidad de encontrar un lugar seguro era lo más probable. Si no podían hallarlo, la nave debería volver inevitablemente a pasar el invierno a las Georgias del Sur.

El día de la partida llegó. El 5 de diciembre de 1914 se rompió el último eslabón con la civilización. La mañana estaba embotada, se nubló y ráfagas ocasionales de nieve se presentaron. Los largos días de preparación para este momento acabaron y la aventura comenzaba. El Endurance salió a vapor y vela rumbo Sudeste. El 6 de diciembre pasaron dos icebergs y numerosos trozos de hielo. 15 millas al Norte de la isla Sanders el Endurance se enfrentó con un cinturón de hielo pesado, que se extendía media milla de ancho a Norte y Sur. A mediodía la latitud era de 57º 26' Sur. Shackleton estaba intranquilo por este primer encuentro; sólo iba a ser el preludio de lo que les esperaba.

El Endurance intentando alcanzar un claro
El Endurance intentando alcanzar un claro

La situación llegó a ser peligrosa esa noche, cuando se internaron entre las masas de hielos con la esperanza de encontrar aguas abiertas más allá. Desgraciadamente, se hallaron poco después en una especie de piscina rodeada de grandes placas heladas por todas partes que se estrechaban más y más. El hielo fue encerrando la nave agolpándose a los costados de forma amenazadora. Shackleton y Worsley permanecieron toda la noche en cubierta luchando contra los hielos, regateándolos para impedir la inmovilización total, que equivaldría al fin de la expedición. Por la mañana el Endurance forcejeaba por entrar en un pequeño claro, cinco horas más tarde consiguieron alcanzarlo.

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